Lic. José Antonio Boggiano
Egresado de la Universidad Abierta Interamericana
enfermeria2000@gmail.com
¨…si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro¨. Winston Churchill
Busqué la Enfermería Crítica en muchos ámbitos de Salud y no la encontré ... y no me refiero a la crítica destructiva; porque esa
siempre está presente, siempre tenemos algo que decir de nuestros colegas
porque junto con la crítica constructiva dejemos en el mismo cajón el ética y
la educación. La enfermería critica a la que me refiero es a la enfermería que
intenta desde algún punto ayudar a que nos cuestionemos y porqué no, desafiemos
la dominación, las creencias y prácticas de una Enfermería en algún caso ya
obsoleta o deformado por aquellos que cada vez quieren hacer menos. En otras
palabras, hablo de una Enfermería con conciencia crítica.
Muchos Enfermeros/as,
no todos/as y por eso aún tenemos esperanzas, buscan estar en posiciones o en
cargos de diferentes Sociedades, Asociaciones y/o Federaciones relacionadas con
Enfermería, por el sólo hecho de tener un pergamino y no porque estén decididos
a trabajar para cambiar algo. Obviamente tampoco quisiera olvidarme de puestos
claves en diferentes instituciones de salud donde el ser supervisor/a o jefe/a
de departamento de enfermería es también un título más que una decisión de
formar un equipo de trabajo para cambiar o mejorar algo.
La Enfermería Crítica
a la que me refiero es aquella donde los enfermeros/as se animan a generar
respuestas liberadoras tanto a nivel individual como colectivo, las cuales
ocasionen cambios en su profesión. A veces algunos comenzamos a cuestionarnos a
nosotros mismos como miembros de un grupo después de alcanzar un punto de sana
rebeldía, en el que se empieza a ver una Enfermería profundamente imperfecta,
pero con un potencial enorme para cambiar o para mejorar, ubicándonos en una
posición preferencial para poder visualizar una Enfermería Crítica sin
Fronteras.
La Enfermería Crítica
bien entendida, comienza con nuestra participación; y no es posible sin la
autocrítica, sin ese primer paso y esfuerzo para llegar al tener claro que
tenemos y hacia dónde queremos ir; por esta razón al escribir estas líneas no me
excluyo de lo que digo sino que me incluyo en la problemática porque también
formo parte de ella.
Y ustedes dirán ¿qué
le pasó a este hombre que sale a decir estas cuestiones? ... la verdad lo que
me pasó es la idea de decir desde algún lugar que me cansé de escuchar y ver
algunos enfermeros/as que se autoproclaman líderes y no lo son; algunos
supervisores o coordinadores que no saben qué hacer con su cargo; algunos
docentes que dicen lo que no hacen ni defienden; y algunos representantes
sindicales que su forma de representar es trabajando cada vez menos; osea en
realidad no me pasó nada puntual y quizás escribo esto en un mal día, pero creo
que no es tan descabellado lo que digo ... o sí?
Nos falta quizás
mucho más diálogo para llegar a esa Enfermería Crítica que busco o quizás
también nos falta que sea cierto lo poco que decimos a la hora de tener un
espíritu crítico con intención de mejorar o cambiar algo.
Todos nos equivocamos
alguna vez y creo que esta bueno levantarse y seguir adelante con el doble de
esfuerzo, pero la palabra tiene que ser firme y mucho más en aquellos que dicen
representarnos desde cualquier entidad que se relaciones con la Enfermería;
Paulo Freire hablando de educación decía ¨... la palabra inauténtica no puede
transformar la realidad, pues privada de su dimensión activa, se transforma en
palabrería, en mero verbalismo, palabra alienada y alienante, de la que no hay
que esperar la denuncia del mundo, pues no posee compromiso al no haber acción.
Sin embargo, cuando la palabra hace
exclusiva referencia a la acción, se convierte en activismo, minimiza la
reflexión, niega la praxis verdadera e imposibilita el diálogo¨.
La Enfermería Crítica
que se me perdió en algún cajón es aquella que enrola enfermeros/as capaces de hacer cosas nuevas,
modificar técnicas, y sobre todo comunicarlas vía publicaciones científicas; y
no los enfermeros/as que simplemente repiten lo hecho por otras generaciones,
¿Y saben qué? ... tenemos en todos los rincones del planeta esos enfermeros/as
sólo les falta darse a conocer desde cualquier lugar; porque les puedo asegurar
algo que puede parecer muy loco pero los invito a pensarlo ... ¨si todos nos
pusiéramos de acuerdo en hacer nuestro trabajo al máximo de nuestras
capacidades sólo un día, bajaríamos la morbimortalidad de la población ... y no
hablo de ningún descubrimiento científico, hablo de nuestro trabajo como
profesionales enfermeros/as¨. Observen que para esta loca idea que planteo nos
viene casi a medida la frase del astronauta Nel Amstrong ¨... este es un
pequeño paso para un hombre pero un gran salto para la humanidad¨ ... imagínense
por un momento que podemos decir y afirmar que el ponernos de acuerdo en cosas
básicas para el progreso y el cambio en algunos aspectos de la enfermería ¨es
un pequeño paso para la enfermería pero un gran salto para la salud y el
bienestar de nuestros pacientes¨; y eso, es posible en una enfermería crítica.
No puedo ser tan obtuso
en no poder observar que la crisis en enfermería va de la mano de países en
crisis; y no hablo sólo de crisis económicas sino de también de crisis de
valores. No es posible que líderes que dicen representar a la enfermería se
embanderen detrás de un partido político de turno, porque ellos representan a
todos los enfermeros/as y no sólo a un grupo, aunque este sea mayoritario. Esto
queda muy lejos de la idea de una Enfermería Crítica. Ahora también debemos
decir que si esos líderes están ahí es porque alguien los eligió o los dejó
llegar y eso también está fuera de la Enfermería Crítica de la que hablo. Hoy
en día seguimos realizando técnicas fuera de nuestra competencia; y si la
podemos hacer, pues bien demostremos científicamente que lo podemos hacer con
idoneidad e incorporémoslas a nuestras competencias con bases sólidas; pero de
la misma manera dejemos de ceder campos y actividades propias a otras
disciplinas. En algunas ocasiones mostramos una indeterminación de nuestra
función dentro del campo de la salud que confunde a cualquiera y terminamos
desvirtuando nuestro verdadero trabajo, alejándonos de cualquier posibilidad a
crecer, a encontrar esa enfermería crítica.
Para poder encontrar
esa Enfermería Crítica perdida debemos encontrar primero nuestra identidad.
Zygmunt Bauman, sociólogo, filósofo y ensayista polaco; hablaba de ir en la
búsqueda de la identidad como la tarea y la responsabilidad vital del sujeto, y
esta empresa de construirse a sí mismo constituye al mismo tiempo la última
fuente de arraigo. Este pensamiento de Bauman, a mi entender nos identifica hoy
en día en lo que debemos priorizar. Este autor además plantea que en la
modernidad líquida las identidades son semejantes a una costra volcánica que se
endurece, vuelve a fundirse y cambia constantemente de forma; claramente nos
dice que muchas de las cosas que parecen estables externamente, como la
Enfermería, desde un punto de vista externo; pero si lo observamos atentamente
en realidad podemos ver que es frágil y se desgarra constantemente. Esta idea llevada
a la Enfermería nos podría hacer ver que tenemos sociedades, asociaciones y
federaciones de Enfermería que nos muestran una foto de una realidad
inexistente, frágil y que se hunde lentamente.
La falta de una Enfermería Crítica, ha licuado en muchos casos, el valor de la formación
académica y de la experiencia profesional. ¿Y por qué hago semejante afirmación?
… el menos en mi país, a mayor experiencia o a mayor grado académico menos
posibilidades de conseguir trabajo se tiene; y ni les cuento si alguien tiene
mucha experiencia y un grado académico elevado, seguramente está destinado a
dedicarse a otro cosa menos a ser un enfermero/a. Menciono esto desde la
autocrítica y no desde un punto de vista pesimista, ya que estoy convencido que
desde una Enfermería Crítica podemos modificar cualquier situación por más
irregular que sea.
Cada tema mínimamente
planteado en estas líneas puede dar para un largo debate y bienvenido sea,
porque en la discusión sana y constructiva se puede llegar muy lejos, sin
entrar en la descalificación y en una intencionabilidad destructiva. Los hechos
son hechos y son irremplazables, podemos tener diferentes puntos de vista pero partamos
de la base de reconocer que todo no está bien y que en este caso una Enfermería
Crítica nos puede ayudar a encontrar un rumbo en esta tormenta de ideas y buenas
acciones. No debemos quedarnos en la postura que el mal de muchos debe ser el
consuelo de todos. La resignación es un suicidio permanente; por eso
participemos más, publiquemos más, opinemos desde la construcción, y encontremos
entre todos esa Enfermería Crítica que perdió en algún cajón.
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